Significado:
Este refrán significa que cuando no sientes una atracción física o sexual por tu pareja actual, es más fácil coquetear con otras personas o cometer una infidelidad.
Explicación:
Ya sea porque tienes una relación desde hace mucho tiempo y se ha vuelto aburrida y monótona, o porque la rutina diaria hace que cada uno lleve su vida independiente y os veis poco, o porque el aspecto corporal de tu pareja ha cambiado mucho en comparación a cuando empezasteis a salir como novios, o porque ha envejecido con los años y ahora su imagen no te atrae, o porque ya no te gusta como pareja pero continúas con esa persona porque le tienes un gran cariño o amistad, o porque es difícil separarte debido a la situación económica o social o porque os une una hipoteca o una casa o un hijo, o porque tú eres alguien muy pasional y ardiente que le da mucha importancia a la sexualidad pero no eres correspondido de la misma forma, o porque simplemente estás en un matrimonio de conveniencia o por interés en el que nunca hubo un atractivo físico, pues es probable que, sin pretenderlo o no, como ser humano que eres, es normal que te empieces a fijar en la belleza y en el cuerpo bonito de otras personas, a tener deseos e impulsos, a imaginar fantasías y a sentirte atraído por vivir nuevas experiencias que estimulen tu vida, tu corazón y tus sentimientos. Del mismo modo que si es tu pareja quien no siente una fascinación física hacia ti, solo afecto, es muy posible que comience a prestar atención a otros y pueda buscar ese sentimiento de pasión en una nueva persona con quien desahogar los instintos carnales que lleva dentro.
Moraleja:
Ante una situación así puedes resolverlo de varias maneras: la primera de ellas sería introducir cambios vitales que vuelvan a apasionarte y a salvar tu relación, como por ejemplo hacer nuevas cosas juntos, probar formas diferentes de sexo, practicar con juguetes sexuales que despierten de nuevo la magia, el fuego y el erotismo, realizar actividades de ocio y viajes de placer, comenzar una transformación física a la vez, emprender un reto personal o laboral que vuelva a unir la pareja, cambiar de casa o mudar de ciudad, abrirse el uno al otro y reconocer por qué motivos se ha llegado a esa situación de declive, o confesar qué fantasías secretas te gustaría cumplir y que nunca te atreviste a contar por miedo o vergüenza; la segunda manera sería ser infiel a tu pareja con o sin su conocimiento para aliviar tu tensión sexual, pero continuar vuestra vida en común porque en el resto de áreas que no son relaciones íntimas os queréis mucho o porque os necesitáis mutuamente, o bien porque la otra persona sabes que no lo necesita y es feliz así, o porque lo lleva con resignación sabiendo que es la manera de que continúes a su lado y tener compañía, o porque una ruptura supondría algo traumático o demoledor que no podría superar o pondría en peligro su salud física o mental; la tercera manera sería pedirle una relación liberal abierta donde ambos podéis mantener relaciones con terceras personas pero conservando la unión como pareja porque os conocéis, tenéis mucha confianza y os lleváis muy bien pero ya no sentís excitación; y la cuarta sería, si sientes que de ninguna manera posible va a regresar esa atracción o a recuperarse el encanto o la sensualidad que sentías hacia la otra persona y además te apetece conocer a alguien diferente, pues lo mejor es sincerarte con tu pareja, exponer la realidad tal como es y cortar vuestra relación amistosamente para continuar cada uno con su camino y con la perspectiva y la ayuda de la distancia o el tiempo, ver si vuestro destino es volver más adelante o si estáis mejor separados sin compromisos.
Variantes: amor, amores, sin, pasion, pasión, pasiones, conllevar, conlleve, llevar, a, la, las, distracion, distraccion, distracción, distraciones, distracciones. Términos: cuernos, infieles, infidelidad
0 comentarios