Significado:

Este refrán significa que debes apreciar los regalos que recibes sin juzgar su calidad o valor, sobre todo los que son inesperados. Recibir como presente un caballo es un acto de gran generosidad y este dicho sugiere que no debes examinar sus dientes, aunque sea una práctica común fijarse en ellos para determinar la edad y el valor a la hora de comprar un equino, porque hacerlo implica desconfianza o falta de aprecio hacia el buen gesto de la persona que te lo está regalando. Es solo una metáfora y este consejo se aplica a cualquier ofrecimiento o favor que te hagan. La idea es que al recibir algo de forma gratuita, y más cuando es sin esperar nada a cambio, no debes ser crítico o demasiado analítico sobre su valor. Debes tener gratitud y a reconocer el detalle bondadoso detrás de ese presente, más allá de que no sea perfecto. Es bonito valorar la intención y el esfuerzo de quien te obsequia algo, recordándote que la generosidad y la amabilidad son aspectos más valiosos que el valor material de lo que recibes.

Moraleja:

La enseñanza de este refrán es que debes ser agradecido y valorar los regalos que te hacen, independientemente del dinero que cuesten o de su condición. Se trata de mostrar tu gratitud y reconocimiento hacia esa persona por haber pensado en ti. Cuando alguien te hace una donación, muchas veces lo importante no es el objeto en sí, sino el acto de dar, ya sea que el motivo por el cual te lo estén regalando sea por cariño, o porque esa cosa les sobra, o porque ya no lo utilizan, eso no importa. Al no mirar tan meticulosamente si lo regalado tiene taras o defectos, estás demostrando respeto y aprecio por la buena voluntad del donante, y por otra parte, cualquier obsequio siempre es bien recibido, y si no te gusta, después puedes hacer otra cosa con ello, como venderlo o regalárselo a alguien que le haga más falta. Es mejor enfocarte en el valor emocional y simbólico de los regalos, o si quieres de una forma egoísta en lo bien que te va a venir, en lugar de buscarle pegas o incovenientes a algo que te ha salido gratis. Así que debes ser humilde y estar receptivo y abierto a recibir, lo cual es tan importante como la capacidad de dar, y cultivar la gratitud, la humildad y la apreciación en tu vida, agradeciendo a los demás sus gestos de bondad.

Variantes:

- A caballo regalado, no le mires el diente

- A caballo regalado, no se le miran los dientes

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